Editorial Algaida

Lo que pone en la contraportada

Rafael Montalbán tiene una forma poco ortodoxa de ganarse la vida: de jueves a sábado custodia la puerta de un club de alterne, y el resto de la semana ejerce de guardaespaldas ocasional y de cobrador de deudas por cuenta ajena. Pero su vida no fue siempre así: veinte años atrás era un boxeador prometedor que estuvo a punto de luchar por el título de Campeón de Europa superwelter, pero las cosas se torcieron: se enamoró de la mujer que menos le convenía y acabó traicionando a la única persona que se había portado bien con él. Ahora ha decidido empezar de nuevo, y cuando un periodista le propone ir a un programa de radio para contar su vida a los oyentes encuentra la excusa perfecta para expiar sus culpas. Pero eso no será más que el principio. Para volver al punto donde su existencia tomó un desvío equivocado y ajustar cuentas con el pasado deberá emprender un viaje que lo llevará desde Madrid hasta la costa de Cádiz, y luego a Lisboa.
Con una poderosa historia de amor y venganza como telón de fondo y la necesidad de ser aceptado por los demás, El síndrome de Mowgli es muchas cosas a la vez: una novela descarnada y tierna por momentos, donde el protagonista, Rafael Montalbán, por mucho que lo ha intentado no ha logrado encontrar su lugar en el mundo, como el protagonista de El libro de la Selva; un homenaje al personaje creado por Ruyard Kipling y a los libros y a los héroes que marcaron las lecturas de nuestra niñez; pero sobre todo es la confirmación como novelista de Andrés Pérez Domínguez, que atrapa al lector con su habitual fluidez narrativa y el espléndido desarrollo psicológico de los personajes.

domingo, 12 de octubre de 2008

Cuadernos del Sur

HÉROES

Una madrugada un tipo con la nariz rota y torcida, con carné falso y sin identidad propia, alguien que no existe en ningún sitio concreto, aunque responde al nombre de Montaner, es entrevistado en un programa de radio donde tiene la oportunidad de contar buena parte de su vida y, de alguna manera, expiar algunas de sus culpas en el pasado. Es la historia de Rafael Montalbán, un ex superwelter, que un buen día renunció a una carrera prometedora en el mundo del boxeo por una mujer, y desde entonces ha tenido una forma poco ortodoxa de buscarse la vida: portero de un club de alterne y matón a sueldo, como se desprende a lo largo de la entrevista. Aunque, después de veinte años, tras reconocer la voz en off de quien un día fuera el amor de su vida, decide encauzar, con otra perspectiva, su triste existencia para volver al punto de partida donde se equivocó y ajustar, de alguna manera, las cuentas a un pasado que, en una frenética búsqueda hacia la felicidad, lo llevará desde Madrid a la costa de Cádiz y desde aquí hasta una siempre añorada, Lisboa.
Andrés Pérez Domínguez (Sevilla, 1969) conseguía el XVII Premio Luis Berenguer por El síndrome de Mowgli (2008), en realidad, una historia de amor y de venganza, muy al uso de sus propuestas narrativas anteriores, sin esos elementos superfluos que emborronen su decisiva intención de ofrecer una literatura de características definidas, incluida la intriga, la acción, la aventura y una trama tan creíble como efectiva, aunque en esta ocasión, sus pretensiones vayan mucho más allá porque en su protagonista se vislumbra esa necesidad humana de ser aceptado por una sociedad caduca y banal, algo que le otorga al relato una dimensión diferente a la narrativa que estamos acostumbrados de Pérez Domínguez. En realidad, el personaje de Montaner, bien perfilado, creíble por sus actitudes y su dimensión misma, por mucho que lo ha intentado, nunca ha logrado encontrar su lugar en el mundo, como otros muchos de los héroes de la narrativa universal que, como al sevillano, marcaron las lecturas de nuestra niñez y juventud, incluido el personaje aludido de Kipling en El libro de la selva de ineludible referencia. Y es que su amor por Lola, entonces joven, le llevará a una escalada de asuntos sucios cuando, traicionado por la joven, decida olvidarse del mundo para entrar en esa absurda rueda donde la extorsión, la violencia, el crimen organizado y el dinero campean. Para conseguir su propósito tendrá que volver al infierno de antaño y rescatar a una Lola madura de la que aún se siente atraído para escapar con ella a la capital portuguesa de sus sueños. Pero también es verdad que, la novela desprende un sentimiento algo ajeno a la pasión, porque quien es capaz de amar mucho, no perdona fácilmente. El síndrome de Mowgli es, sobre todo, la confirmación como novelista de Andrés Pérez Domínguez, porque con una fluidez narrativa espléndida es capaz de sostener la intriga y la atención del lector, además de explorar un extraordinario desarrollo psicológico de los personajes principales.
Pedro M. Domene

1 comentario:

Anónimo dijo...

NUEVA RESEÑA DEL SINDROME DE MOWGLI EN WWW.LABIBLIOTECAIMAGINARIA.ES (LA BIBLIOTECA IMAGINARIA). Intento fallido de mandar copia por mail.
Dejo mi dirección:
crismonteoliva@hotmail.com

El síndrome de Mowgli en El público lee

El síndrome de Mowgli en Eitb (programa Forum)

Presentación en Madrid

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